jueves, 14 de noviembre de 2013

Un pianista ESPECIAL

Juan Pablo tiene 22 años, toca el piano y nunca ha visto, una retinopatía se lo ha impedido (producto de su nacimiento prematuro). Su oído está muy desarrollado y presenta una capacidad distinta de memorizar cientos de canciones sin la necesidad de partituras. Conoce miles de canciones sin leer un pentagrama. Ha sacado a la venta una producción musical de canciones navideñas que vende cada diciembre. Ha logrado contratos, hace partituras y  las transcribe para sus compañeros y tiene presentaciones en centros comerciales.
Janeth Rojas, su madre, ha confesado que la relación que tiene su hijo con la música viene desde el vientre. Cuando cumplió cinco años fue inscrito en el conservatorio de la Universidad Nacional. Después estudió en una escuela de música de Estados Unidos y en el presente estudia en la Universidad del Bosque de Bogotá.  “Este piano vale unos 150 millones de pesos. Nosotros le dijimos que le ayudábamos con una parte. El sacó un préstamo a una caja de compensación a la que está afiliado y está pagando su piano”, afirma su padre. Juan Pablo sabe leer braille y tiene un programa en su ordenador que le hace más fácil la vida. “Nosotros lo ayudamos pero él debe esforzarse y hacer su parte, agrega el padre del joven pianista. Su padre dice que su hijo es como un superdotado de la música y él lo desautoriza . Más que eso es la pasión que tengo. La música fue tomando parte de mi vida. El interés por el sonido fue lo que me atrajo”.

Sin embargo su vida va más allá de la música. Junto a su familia han descartado la idea de intentar recuperar la visión. “No sé. Por la forma en la que han pasado cosas, por el apoyo de mis compañeros, he podido desenvolverme en el medio. Estoy acostumbrado a vivir de esta manera de todas formas. Si de la noche a la mañana pudiera ver también sería un proceso de adaptación duro. Tendría que aprender a reconocer colores, imágenes, aprender el sistema de escritura de nuevo. Muy difícil”  “Mientras la gran mayoría se concentra en las partituras, yo, al saberme de memoria las canciones y tocarlas en el piano sin tener que leerlas, logro concentrarme en otros aspectos” “Los sueños para mí son algo muy raro. Es una recreación de lo que uno vive. Yo siento cosas, oigo cosas, olores. En los sueños pasa eso. En los sueños siento dolor, frío, calor, tal como lo viví”.



Raquel Gualda Martínez

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